Muchos de nosotros después de una tragedia comenzamos a escribir, plasmamos nuestro dolor y ansiedad en letras, convertimos la tragedia en poesía.
Hacemos algo lindo del caos, transmitimos lo que sentimos, sin que en verdad sepan cuanto nos duelen esas letras.
Construimos historias para aquellos que las necesitan, explicamos en versos el amargo momento que pasamos.
Muchos de nosotros despues de una tragedia comenzamos una nueva vida, trasmitimos nuestros sentimientos a través de frases y textos que llegan al corazón.
Y siempre, siempre, hay alguien que se identifica con nosotros, por alguna extraña razón.