Yo no pretendo ser bonita, porque pretenderlo sería admitir que no lo soy y yo soy demasiado bonita…
Si, soy bonita! Porqué cuando me veo al espejo y veo mi reflejo con unas cuantas arrugas y mi cara un poco demacrada, me digo: “Soy bonita”.
Si, soy bonita! Cuando camino apurada por la vida porqué el tiempo no me alcanza y debo llegar rápido a una cita con el médico, al super por algo que olvidé o a la escuela por mis hijos, cuando de golpe me freno y veo a mi alrededor mujeres con tacones, muy bien vestidas, maquilladas y con mucho perfume, entonces ahí es cuando comprendo lo bonita que soy al natural, con mis jeans rotos y ajustados y mi par de converse que me aguantan a todos lados.
Si, soy bonita! Porqué no me aguanto las ganas y lloro hasta cansarme, porque no me importa que me escuchen, me vean o me critiquen, porque con eso me siento liberada, me seco una que otra lágrima y sonrío… y me digo: “soy brutalmente bonita!”
Si, soy bonita! Por soportar tanto, por no rendirme, por seguir creyendo, por ser sincera, por hacer lo que quiero, por ser yo…
Soy bonita, pero no de las que tienes que decirle “eres bonita” soy de las que se sienten felices y bonitas con lo que son.