Yo también he abusado de Mí

Cuando permito que me traten mal y aun así, continúo en ese espacio…
esperando que las cosas o las personas cambien.

Cuando permito que me maltraten con la palabra y aun así, sigo escuchando.

Cuando sé que hay lugares en donde no cabe mi ayuda y de todos modos la sigo ofreciendo.

Cuando considero que para que me quieran y acepten debo atribuirme obligaciones que son de otras personas.

Cuando hago demasiadas cosas por los demás y todavía me siento mal si los demás se abruman con tantas atenciones que no están acostumbrados a gestionar.

Cuando me siento culpable si no hago, si no escucho, si cobro lo justo… porque ¡pobrecito/a me necesita!

Cuando pongo el bienestar de los demás antes que el mío.

Cuando creo que el otro me necesita y en realidad la necesitada de ser necesitada soy yo.

Cuando me culpo por lo que otras personas hacen.

Cuando las personas me culpan y me atribuyo esa culpa, sin cuestionarme si realmente soy responsable o no… y hasta dónde soy responsable.

Pero estoy en camino de hacerlo diferente.

Me hago cargo de una herida que es de mi niña interior.

Hoy la abrazo y le digo: “La adulta soy yo. Soy RESPONSABLE, no culpable”